Si los recuerdos fuesen arena guarda los buenos en un reloj y voltéalo antes de que llegue al final y dejes de rememorar aquello que vale la pena. Los malos, enciérralos en un saco y tíralos al mar para no tener que sufrir la tortura de volver a vivirlos, déjalos en la orilla para que el agua se los lleve y los arrastre al fondo. Que sean las corrientes marinas las que te hagan olvidar. Guarda tu buena arena en una caja y no pierdas detalle de lo que has pasado. Recuerda, no olvides y conserva en tu mente y en tu corazón todo por lo que has luchado.
Me parece muy original y además, si somos capaces de llevarlo a cabo, sería fascinante.
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