jueves, 25 de junio de 2015

Querida yo del futuro:

¿Recuerdas cuánto solía gustarme reír como una loca hasta acabar exhausta? Estoy segura de que sí. Pues no lo pierdas. Pese al estrés, a los malos tragos y peores momentos, encuentra tiempo para reír como yo hago a día de hoy.
  
¿Recuerdas cuánto solía gustarme jugar a todos esos videojuegos? Sigue haciéndolo. No dejes que comentarios absurdos y sin sentido te hagan dejar una de tus pasiones. Encuentra el momento, disfruto como yo lo hago hoy en día, porque no tiene precio hacer lo que realmente te gusta sin miedo de que te digan algo.

¿Recuerdas a aquellas personas que te dieron los mejores momentos de tu vida? La familia, que te apoya incondicionalmente, seas lo que seas, hagas lo que hagas- Y los amigos. Esos amigos que tenías cuando eras una adolescente sin demasiadas preocupaciones. Esos amigos que te sujetaban cada vez que llorabas, que estaban a tu lado cada día, y espero que cuando vuelvas a leer esto, al menos alguno siga por ahí, porque la sola posibilidad de perderlos es algo que duele demasiado.

¿Recuerdas cuánto solía gustarme escribir? Seguramente. Pues, por favor, coge ahora mismo lápiz y papel, y escríbele una carta a tu yo pasada, a la misma que te escribió esto, para ayudarte a salir adelante sea lo que sea que estés pasando ahora mismo. Saca el sentimiento que has dejado de lado, vuelve a disfrutar trazando palabras en un cuaderno, vuelve a sonreír y a llorar al ver los textos que escribiste con tanta anterioridad.

Pero, sobre todo, disfruta tanto como yo he disfrutado escribiéndote esto.

miércoles, 13 de mayo de 2015

One day we will be remembered.

  Ven, acompáñame. Sígueme, corre por la playa detrás mía. Chócate contra mí cuando me pare con inusitada brusquedad y caigamos juntos rodando por el suelo. Sentémonos en la arena durante largo rato, sin hablar de nada, pero contándonos todo. Hazme creer en la eternidad de un segundo y en la fugacidad de toda una vida. Demuéstrame que la confianza que perdí en los demás la puedo recuperar a tu lado.

  Levantémonos cogidos de la mano y sonríamos. Desafiemos al futuro que nos pondrá obstáculos para separarnos, aferrémonos el uno al otro con desesperación y gritemos, pidiendo larga vida a todos los momentos vividos juntos, pidiendo deshacernos del miedo para enfrentarnos a aquellos que alguna vez trataron de destruirnos.

  Emborrachémonos en los recuerdos que nosotros mismos nos hemos encargado de producir y sonriamos por las risas que quedaron ahogadas bajo en todas aquellas tardes de verano. Agradezcamos cada segundo al lado del otro, cada momento vivido y hecho para disfrutar.

  Brindemos por la amistad que hemos establecido, por muchos años así, por el camino que hemos arrasado para llegar a ser lo que somos hoy en día, sin tener que llegar a cambiar un solo ápice de nuestra personalidad. Brindemos por nuestra autenticidad, por nuestra capacidad de parar el tiempo cuando estamos juntos por el mero hecho de ser nosotros.

  Y si el tiempo pasa y nos alejamos, recuérdame. Piensa en mí como la chica por la que esbozaste mil sonrisas, por la que reíste un millón de veces y a la que abrazaste cuando vuestros mundos parecían derrumbarse. Recuérdame en esta turbia época llamada adolescente como la chica que daría el resto de su futuro para poder seguir pasándolo a tu lado.

  Simplemente, piensa en mí como la chica que siempre tendrá un hueco vacante en su corazón para acogerte si lo necesitas a lo largo de los años.

viernes, 23 de enero de 2015

Buscabas una princesita y me encontraste a mí.


“Probablemente no sea tu problema, ni siquiera el mío. Probablemente sea que, simplemente, ambos pedimos demasiado en poco tiempo. Quizás yo busqué en ti a un príncipe azul que decidió volverse un desgraciado caballero, y quizás tú buscaste en mí a una princesita vestida con tules que cambió su falda y su corona por unos vaqueros y una trenza suelta. Quizás ambos buscamos en el otro la perfección que ninguno de los dos encontrábamos en nosotros mismos o, quizás, simplemente, nos cansamos de aguantar esta tirante cuerda.

                O, a lo mejor, todo fue un mero guiño del destino que intentamos prolongar hasta el inevitable final.”

Translate