lunes, 20 de octubre de 2014

Siendo tú.


  Y entonces entiendes que no quieres ser una más, que no quieres pasar a formar parte de una sociedad tan extremadamente estereotipada como lo es el mundo donde vivimos. Te das cuenta de que no quieres estar en un grupo por tu físico ni por cómo tengas que fingir ser. Quieres ser quien a ti te dé la gana sin que nadie te critique sabiendo que, si lo hacen, te dará igual. Si se ríen de ti por no llevar esas camisetas cortas, por no maquillarte, por ser una persona que prefiere la calidad a la cantidad, entonces, dales la razón. Sonríe y levanta la cabeza, déjales ver que te da igual lo que piensen de ti. Eres como eres, y no van a cambiarte, por el simple hecho de que sabes que hay gente que te aprecia por tu forma de ser. Y si van a meterse con tus amigos, por ser diferentes, ríete. Déjales saber que si se ríen de ellos por no ser como la sociedad quiere, a ti te da igual. Que sepan que te enorgulleces de no ser otra copia mal hecha, sino una diferencia bien marcada y definida. Eres alguien con unos gustos claros, que no se deja doblegar por las insistencias de personas acostumbradas a la rutina estereotipada en la que la vida a menudo queda convertida la vida. 

  Así que, venga, alza la cabeza, saca pecho y siéntete orgullosa de ser quien eres, sin que nadie te menosprecie, sin ser más que nadie. Simplemente, siendo tú.

jueves, 16 de octubre de 2014

Recuerdos de verano.

  Vale, que ya llevo un año con el blog, jo. Muchas gracias a todos mis lectores, sin vosotros esto no sería posible.
  Siento haber estado desparecida durante más de dos meses, pero el verano da para mucho, y a partir de ahora intentaré ser más constante.

  Y cuando las hojas empiezan a caer todo el mundo se acuerda de esas tardes veraniegas en las que los rayos de sol bañaban las pieles de cientos de personas en las playas abarrotadas por turistas y ciudadanos que, durante unas semanas, compartirán urbanizaciones y paseos. Todo el mundo recuerda la sensación de la sal seca en la piel, el viento secándote el pelo mojado por el agua de mar y las risas que se escuchan ahí.

  Cuando las hojas se deslizan hacia el suelo, encajando en este como si de un rompecabezas se tratase, cuando el sol no tarda en desaparecer y ser sustituido por la luna, cuando las tardes se hacen cortas y las noches largas, todo el mundo echa de menos el ruido de las olas resonando en sus oídos una y otra vez, la brisa marina alborotando cabellos y las sonrisas blancas que contrastan con pieles morenas.

  Cuando todo vuelve a la rutina, a un orden normal, cualquiera echa de menos aquellos desayunos convertidos en comidas, aquellas tardes alargadas hasta la noche, aquellas noches alargadas hasta las madrugadas y así sucesivamente. Se extraña la sensación refrescante del helado recorriendo tu boca, deshaciéndose en tus labios, recorriendo la garganta y aportando el frío y el azúcar necesarios para seguir con el frenético desorden en el que el verano queda convertido.

  En definitiva, todo el mundo se ocupa tanto de extrañar al verano, que lo siguiente que harán, será extrañar al otoño.

martes, 5 de agosto de 2014

Ella.

Ella, una chica de metro y medio de altura, con una sonrisa que doblaba su estatura, un corazón que doblaba su sonrisa y, lo más importante, una personalidad que superaba a todo lo anterior junto. Ella, con una melena castaña recogida en una larga coleta, con unos grandes ojos miel ocultos bajo unas gafas aún mayores, ella tenía ganas de comerse el mundo. A ojos de la costumbre, era ligeramente extraña. No le gustaba ir de compras, no le gustaba el rosa, odiaba los cotilleos. Le gustaba vestir camisetas holgadas de grupos que habían pasado a la historia años atrás, diferentes. No le gustaba salir con más gente de la estrictamente necesaria. No quedaba para probarse ropa o para hacerse sesiones de fotos. Al contrario, tenía una cita todos los días de verano con su consola. Una Play Station 3, con diferentes videojuegos y una compañía que no solía ser mayor que su hermano pequeño y, de vez en cuando, su mejor amigo. Lo había conocido hacía dos años siendo, al comienzo, unos compañeros de mesa que no se soportaban mutuamente. Con el tiempo, su relación fue a mejor, encontrando cosas que tenían en común. Todo empezó con un par de grupos en común, una saga... hasta llegar a una incondicional amistad, apoyándose mutuamente cuando lo necesitaban, sin fallarse nunca, discutiendo y acabando riéndose. Siendo inseparables. Pero, si venías aquí a buscar un tópico en el que los mejores amigos se enamoran y viven felizmente hasta el fin de sus días, podéis ignorar esto y buscar otra cosa. Quedáis avisados.

martes, 29 de julio de 2014

Fearless, sin miedo.

No eres raro, eres especial. ¿Por qué? Porque no te limitas a seguir las modas establecidas por personas que no tienen en cuenta las preferencias de los demás. No vistes lo que ellos quieren que vistas y, si lo haces, no es por encajar, sino porque realmente te gusta. Y, efectivamente, ser de la manera que eres no es fácil, ¿verdad? La gente rechaza lo nuevo, no por asco, sino por miedo, miedo a que sus esquemas estereotipados sufran cambios que ellos no puedan entender. Y si te critican, ignóralos. Estás por encima de ellos. Sí, tú, del que llevan tiempo burlándose por no ser como los demás. Sí, tú, el que se ha dado por vencido y está pensando en dejarse llevar por la corriente. No lo hagas. Algún día, cuando sus críticas no puedan afectarte, serás más que ellos. Cuando aprendas que las palabras no deben herirte los mirarás a los ojos y sonreirás sin el miedo con el que lo hacías  antes. No bajarás la cabeza ante sus miradas sino que las soportarás con mucho más orgullo del que alguna vez llegaste a imaginar.
¿Por qué? Porque nada debe herirte, porque eres genial a tu manera, y nada debería intentar que cambiases.

martes, 10 de junio de 2014

Madurar.

Madurar no es no volver a cometer errores, es cometerlos, admitirlos, mirarlos y no avergonzarte de ellos, sino aprender. Madurar no es encontrar un grupo, sino no ser parte de uno y saber que está bien. Es comprender que da igual no tener la mayor cantidad de amigos, que es mejor que los que estén a tu alrededor de aprecien por cómo eres y no por cómo te camuflas en la sociedad. ¿De qué sirve disfrazarse, cambiar tu personalidad solo para encajar entre personas que no te quieren por ser tú? ¿Qué te da pertenecer al grupo más interesante? Nada. Madurar es comprender eso. Es mirar a la cara a las personas que te hicieron daño y no sentir nada en absoluto, es olvidarse de todo lo malo que alguna vez te hicieron y que queden en un simple pasado del que no hay que avergonzarse, pero al que tampoco hay que dejar que se convierta en un presente que vuelva a asfixiarte como hizo en su momento. Madurar es sonreírle a la vida aunque te golpee e intente arrojarte al suelo una y otra vez. Es levantarte con más fuerza por cada vez que te caes y mirar al que te tiró con una sonrisa en la cara. Madurar es, simplemente, enfrentarte a la vida y todo lo que pueda traerte sin darte nunca por vencido.

sábado, 7 de junio de 2014

Si encontrara el amor en los cofres...


Bueno, venga, podéis matarme, pero solo un poquito. Siento no haberme pasado antes, pero es que me han pasado muchas cosas, algo así como... ¡ser la primera en relatos cortos de mi ciudad y de las cinco mejores de la comunidad autónoma!
Si encontrara el amor en los cofres...

Si esto es lo que dejo atrás, ¿de veras debo hacerlo? Olvidarme de todo lo que he sido y soy hasta ahora. ¿Todo por la promesa de fortuna? Una figura me saluda desde tierra y sé que ya no hay vuelta atrás, he decidido marchar y lo haré.

**********
La chica observa como la persona a la que más quiere en este mundo marcha. Marcha con la promesa de fortuna, de tesoros y riqueza. Parte con la promesa de una vida nueva. Sin pobreza, ni necesidad de trabajar. Pero con un caro precio. A la hora de verdad su chico había demostrado que prefería la riqueza a su amor. "Allá él" le habían dicho sus amigas. Pero a ella le duele. Echa a correr, dejando atrás la silueta del barco.

**********

La figura desaparece y sabe que si quiere volver atrás, ahora es el momento. Se quita la camisa y los zapatos y salta de la cubierta del barco. Echa a nadar y pronto llega a tierra y ahí comienza a correr. Cuando alcanza a la chica que buscaba, la coge entre sus brazos y deposita en sus labios un suave beso. La chica responde con una exclamación de sorpresa, que pronto se convierte en un llanto de alegría.

miércoles, 16 de abril de 2014

Vamos a jugar un juego...

Saludos, saluditos.
Vengo con un relatillo que, modestia aparte, es uno de los que mejores que he escrito (a mi juicio, obviamente). Creo que ya es hora de enseñarlo por aquí, aunque alguno de mis lectores ya lo haya leído.

Vamos a jugar a un juego...
  
 Vamos a jugar a un juego, un juego en el que tus ojos son un sol, así que ábrelos y mira alrededor. ¿Lo ves? Has aprendido a ver las cosas de forma diferente. No todo es gris, solo tienes que cambiar tu forma de apreciar lo que te rodea. 

 ¿Seguimos? Está bien; ahora tus lágrimas son la lluvia así que quiero apreciar el desierto en tus ojos, quiero mirar a tu pupila y ver pequeños oasis de felicidad deslizándose por las dunas que son tus mejillas. 

 ¿Otra? Vale; tu sonrisa será la Luna y estaré esperando al ocaso para poder apreciarla entre las pecas de tu cara. O, mejor, ¿por qué esperar hasta la noche? Sonríe siempre, sonríe por la vida y no dejes que nadie te pare por nada.

 Y, todo juego tiene un final, ¿verdad?. Pues este es diferente. Este tiene casilla de salida, pero carece de una de conclusión. ¿Hay alguna razón para esto? Claro que sí: tu alegría, tu sonrisa, tus ganas de vivir nunca van a terminar. No si yo estoy a tu lado y me encargo de ello en el día a día.

martes, 8 de abril de 2014

Si los recuerdos fuesen arena...

  Si los recuerdos fuesen arena guarda los buenos en un reloj y voltéalo antes de que llegue al final y dejes de rememorar aquello que vale la pena. Los malos, enciérralos en un saco y tíralos al mar para no tener que sufrir la tortura de volver a vivirlos, déjalos en la orilla para que el agua se los lleve y los arrastre al fondo. Que sean las corrientes marinas las que te hagan olvidar. Guarda tu buena arena en una caja y no pierdas detalle de lo que has pasado. Recuerda, no olvides y conserva en tu mente y en tu corazón todo por lo que has luchado.

viernes, 17 de enero de 2014

Proyecto Libertad II


  En un mundo monótono siempre va a haber alguien que destaque sobre los demás. 
  
  Siempre va a haber alguien que brille con luz propia. Siempre va a haber alguien que cambie su camino y, con el suyo, el de las personas que lo rodean. Esa era ella. Ella era la chica que cambió el mundo y transformó sus pequeños pensamientos contra la gris sociedad en acciones que la modificaron. Esa era Amber. La alegre jovencita que luchó por ser cómo le dictaba su corazón, sin seguir las directrices que generaciones anteriores habían establecido. La persona que luchó por su personalidad y por poder mostrarla sin ser eliminada. Esa era ella y esta es su historia.

Translate